martes, 13 de noviembre de 2007

IV.- Carta póstuma del ex presidente Capitán General Augusto Pinochet Ugarte


Había, pues, que actuar con el máximo rigor y sostenidamente hasta conjurar cualquier extensión del conflicto que se anunciaba.Si no se procedía, así, la acción militar habría terminado en un fiasco, y eso hubiera provocado en el pueblo por muchos años consecuencias negativas en extremo dolorosas.El 73, por las citadas características del contrincante, fue preciso emplear diversos procedimientos de control militar, como reclusión transitoria, exilios autorizados, fusilamientos con juicio militar. En muchas muertes habidas y en los desaparecimientos de cuerpos es muy posible que no se logre jamás un conocimiento acabado del cómo o por qué ocurrieron. No se puede descargar con simpleza la responsabilidad de un sin número de extralimitaciones porque no hubo un plan institucional para ello. Los conflictos graves son así y siempre serán así: Fuente de abusos y exageraciones. ¿Pero cómo tantos no han querido o podido entender la extrema gravedad de la amenaza si todo el contexto nacional e internacional avalaba su existencia?En los enfrentamientos habidos en la Historia el resultado en cuanto a pérdidas de vidas y las deshumanizaciones son parte de su definición.Lo anterior no va en búsqueda de atenuantes a los excesos, sino a recordar su presencia insoslayable. Yo, como Presidente de la República y comandante en jefe del Ejército actué como les dije, con rigor, pero con mucha más flexibilidad que la que se me reconoce, por lo que yo siempre me refería a una "dictablanda".Mientras el fanatismo ideológico y armado constituyera un peligro para la estabilidad, no era posible bajar las manos. Chilenos todos:¡Cómo quisiera que no hubiese sido necesaria la acción del 11 de septiembre de 1973! ¡Cómo hubiera querido que la ideología marxista leninista no se hubiera interpuesto en la nuestra vida patria!


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